Concluida la experiencia del Teatro de la Comune, me instalé en un pueblecito cerca de Roma a unos 30km en donde empecé a escribir MITI E RITI DELLA BORGHESIA, evidentemente fuertemente influenciado por Fo y los dos años y medio de inmersión en aquella forma de teatro de agitación social.

En compañía de cinco músicos estrenamos en el teatro "Spazio Zero" que regían los militantes del grupo extraparlamentario "El Manifesto".

Debo añadir un comentario sobre las razones que me impulsaron a abandonar la compañía de Dario Fo, ya que si bien lo he mencionadao siempre como uno de los maestros fundamentales con los que tuve el privilegio de trabajar en mi juventud, por el otro lado, sabía que no podía adscribirme plenamente a su manera de entender y ejercer el oficio ya que de alguna manera yo sentía en mi interior la carencia de un cierto pathos e inquietudes metafísicas que sabía no hubiera podido desarrollar a su lado.

Quizás obedecía a aquel pensamiento de Nietzsche cuando dice que se recompensa mal a un maestro si se permanece siempre su discípulo.