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Tras haber estado inmerso durante 5 años en tierras mongolas grabando cantos telúricos y conviviendo con los últimos chamanes de los Montes Altai,me encontraba ya en los Pirineos ultimando la escenificación del personaje El Príncipe. La fascinación por el mundo de las máscaras me llevó a liberar estas expresiones objetivas que tanto siempre me han seducido, fotografiadas por mi amiga y colaboradora Maria Escobedo.
Sobre imágenes, capturadas de un video de Humà humà filmado por María Escobedo, Oriol Vilaseca procedió a digitalizar las imágenes hasta conseguir estos Black Buddhas o deidades de las tinieblas.
De regreso de Bali para instalarme definitivamente en Barcelona, el fotógrafo Joaquin Muntaner me convocó para una sesión de fotografías, que jugarían con el contraste de la presencia y poses de una modelo con máscaras populares del teatro de Topeng de Bali y juegos de expresión con estas mismas máscaras.
Cuando conocí al gran bailarín de Topeng, el maestro Gunka, le comenté que había quedado fascinado por el arte que practicaba y que me sentiría muy honrado de poder recibir algunas enseñanzas de su persona que me orientasen en el arte del porte de la máscara. Poco a poco la filosofía y la cultura orientales irían haciendo mella con mi proceso creativo.
Sobre fotografías de mi hermano Victor Vidal entonces residente en Bali, ha realizado Oriol Vilaseca el siguiente fotomontaje.
