Charter ( El bufó part II)

Durante una pausa de la compañía en la que Dario Fo se volcaba específicamente en su labor de dramaturgo, pude aprovechar el tiempo para presentar en un festival de música contemporánea del norte de Italia, una pieza titulada CHARTER y que sorpresivamente acabaría siendo uno de mis hitos interpretativos de los primeros años.

Algo muy especial se debió liberar con aquella obra, ya que durante dieciocho años (de 1972 a 1988) debería pasearla por toda Europa y parte del continente americano. Curiosamente, y dado que se tenía que presentar como trabajo musical vocal, pude así no obedecer a los cánones de lectura de una obra teatral.

La historia narraba el periplo que vivía un personaje de lo más naíf al aventurarse a coger un avión para ir a Londres a visitar el museo nacional.

Si bien las onomatopeyas y breves frases de texto eran en italiano, la precisión y alta escuela de los gestos y fabulaciones dejaban al público literalmente fascinado. Varias veces me encontré con espectadores que me comentaban cómo sus vidas habían cambiado después de ver aquel trabajo.

Ni que decir tiene lo saludable y enriquecedor que fue para mí esta bocanada de aire fresco tras los años de escuela francesa del arte del movimiento, al trabajar de la mano del máximo representante en vivo de la tradición de la Comedia del Arte, es decir la escuela italiana de la comedia. En mi inquieto espíritu, estos dos polos me ofrecían el deseado equilibrio para continuar el itinerario de investigación teatral con una base sólida para asumir los consuetos riesgos de la atrevida experimentación.