Inner Sun

THE TELLURIC SINGER. VOLUME I. HIMALAYAS

Inner  Sun

Este canto, muy original, creado por Albert Vidal en su refugio en las montañas de los Pirineos, fue precedido por veinte años de estudios y actuaciones centrados en la energía del cuerpo humano.

El canto telúrico fue presentado por primera vez a la prensa internacional con motivo de la inauguración de las bases del Teatro Central, el primer acto cultural de la Exposición Universal de Sevilla a principios de los años noventa.

Inicialmente, se pueden observar ciertas similitudes con las técnicas Zo Keh de monjes tántricos budistas o kharhiraa khuumii mongoles. Sin embargo, las características del canto telúrico se relacionan más con el control y la dominación de los canales sutiles del cuerpo humano, técnicas milenarias del hinduismo tántrico.

Canto 1. El último día

Habían transcurrido ya seis intensos meses de profunda comunicación espiritual a través de nuestros diarios encuentros musicales. Esta vez sin embargo era diferente, Jamiang y yo nos sentábamos por última vez los dos así frente a frente para dejarnos mecer por el sonido energía de la voz y del piwang fundidos en una misma realidad energética.

Hoy es la última vez que tocamos juntos le dije, mañana a esta misma hora tú estarás sentado en el autobús mirando por la ventanilla y contemplando la rocosa cordillera de los Himalayas en tu viaje de retorno, mientras tanto la realidad de nuestro encuentro no serán ya más que sensaciones, emociones e imágenes impresas en la memoria,

Así quiero que toquemos hoy juntos, viviendo ya nuestra inminente separación, así cantaré yo también sintiéndome de nuevo sólo y acariciando los sutiles recuerdos de lo que ha sido éste encuentro contigo.

Canto 2. Omphoro

Fuimos muy afortunados en la ciudad de Leh y cercano a uno de sus centenarios monasterios budistas, la familia de granjeros en la cual nos hospedábamos, nos ofreció la posibilidad de realizar nuestras grabaciones en la todavía intacta sala de oraciones de la granja en la que anteriormente vivían.

Esta vez algo excepcional iba a suceder en nuestra sesión de la tarde; al haber invitado a dos amigas para que presenciaran las grabaciones, me vi interpelado por la dueña de la casa; amablemente me pidió que no entrase ninguna mujer en el lugar sagrado pues los ”La” espíritus protectores del hogar, podrían sentirse disturbados y amenazar así el bienestar de su familia. Inmediatamente le pedí excusas ya que no conocía esa tradición del pueblo Ladakh. Obté por una decisión salomónica , trasladar los micrófonos y todo el equipo de grabación al antiguo comedor de la casa.

El resultado fue maravilloso, allí la presencia de las dos mujeres reforzaba las energías matriarcales del espacio, una cálida y amorosa vibración de sentimiento familiar nos inundó a todos los presentes. Jamiang instintivamente cogió el otro piwang del que disponía ya que su mayor caja de resonancia le permitiría expresarse con notas más graves y profundas. Así nació este canto dedicado a la familia Omphoro, antiguos habitantes de aquella granja por nosotros transformada en el templo telúrico del amor familiar.

Canto 3. El despertar de la serpiente

Sentado en el suelo está el orante con las piernas cruzadas, la columna vertebral recta, las muñecas suavemente apoyadas sobre las rodillas y los ojos y la mente sumidos en el silencio. En la base misma de la columna vertebral allá donde residen las fuerzas primordiales de la vida dormita en profundo letargo, la serpiente.

En su lento despertar en espiral ascendente, irá arrastrando consigo todos los órganos y energías interiores del cuerpo humano para convertirlo en eterna espiral cósmica que todo lo purifica e ilumina.

Canto 4. Incertidumbre

A veces en nuestra vida cotidiana nos enfrentamos ante la toma de una decisión. Es bueno para el espíritu el saber resolver, liberarse de un improductivo estado de incertidumbre. En este canto el espíritu se pasea interminablemente por estas emociones y sensaciones sabiendo que la decisión va a depender de un factor externo.

Canto 5. La compañera

La suave y tierna presencia femenina se convierte en la esencia misma que acompaña la búsqueda áurea y etérea del santo y cazador de almas en todo lo existente. Sin este complemento terrenal, maternal y creador, las divagaciones y descubrimientos del hombre espiritual quedarían reducidos a meras semillas sin futuro. Es en el abrazo de lo femenino donde estas semillas encuentran el refugio y el sustento necesario para dar fruto, permitiendo así a la vida seguir expresándose y perpetuándose en su infinita danza de creación y renovación.

Canto 6. Añoranza

Aquella tarde una vez más los dos sentados en el el tapiz de la oscura sala de oraciones repleta de pinturas el sagradas y esculturas representando las divinidades del budismo tántrico, descubrí en el semblante de mi compañero un aire de inconfesada tristeza.

Canto 7. Amplias praderas del Chang-Tang

Immensos espais lliures on la vista es perd en la bellesa del paisatge,
àmplies praderies on pasturen els animals de les famílies nòmades de l’altiplà tibetà.

Canto 8. La despedida

Sucede a veces viajando por el mundo y sobre todo cuando te encuentras fuera de tu rutina habitual en un estado de constante descubrimiento que conoces a otra persona que al igual que tú se deja llevar por la vida improvisando los destinos y navegando en el fluir de las propias sensaciones.


Estos casuales encuentros de la comunidad de una nueva forma de nomadismo, suelen ser a veces tan profundos como efímeros. Saber que tienes delante a una persona con la que sientes una entrañable y densa comunicación pero que probablemente no volverás a ver en tu vida.


Entonces, el momento de la despedida alberga en sí un cierto dolor parecido al que sientes cuando la muerte te separa de tu ser más querido.

Canto 9. Abismos

Una dulce sensación de vértigo de sentirse ante las inconmensurables profundidades del alma.